“El entrenamiento contemplativo/emocional de CEB reduce el comportamiento emocional negativo y promueve las respuestas pro-sociales"
Ésta fue la principal conclusión de un estudio científico, que validó el programa de entrenamiento educacional CEB y que se publicó en el año 2011. Fue realizado por expertos en meditación, la ciencia contemplativa, y en psicología, la ciencia de las emociones.
El estudio consistió en reunir a 82 profesoras sanas que participaron durante 8 semanas, un total de 42 horas, en un entrenamiento en meditación y regulación de las emociones, distribuidas en dos grupos, uno llamado de entrenamiento y otro de control. Todas fueron evaluadas previa y posteriormente, cinco meses después de la finalización del entrenamiento.
Las evaluaciones incluyeron auto-informes y tareas experimentales para detectar los cambios en el comportamiento emocional. El grupo de entrenamiento informó de una reducción del afecto negativo, del pensamiento obsesivo, de estados depresivos y de ansiedad, y un aumento del afecto positivo y la atención plena, en comparación con el grupo de control.
En una serie de tareas conductuales, se observó que el grupo de entrenamiento, aumentó la capacidad de reconocer las emociones en los demás y activó las redes cognitivas asociadas a la compasión, aumentando significativamente el afecto hacia los demás. También se constató el desarrollo de un patrón de respuesta que mostraba una menor reactividad emocional y además las protegía de los efectos psicológicos y fisiológicos negativos del estrés.
Otros resultados adicionales mostraron que la eficacia de la comunicación mejoró, no sólo en el entorno laboral, sino también en el entorno doméstico, y con la pareja o el cónyuge.
Descarga aquí el estudio completo (en inglés):
“El descubrimiento de la neuroplasticidad, y el surgir de una nueva disciplina; la neuriociencia cognitiva"
La Neurociencia Cognitiva surgió como disciplina científica con entidad propia en los años 80 y desde entonces se ha convertido en un nexo de unión entre la psicología y la neurociencia, nos permite comprobar con una base neurocientífica los modelos desarrollados por la psicología cognitiva, a la vez que nos permite desarrollar otros nuevos.
Repasando de forma general la historia podemos reconocer a William James (1890), como el que quizás introdujo por primera vez, derivado de los resultados de su investigación en diferentes campos de la Biología y la Fisiología y como concepto clave, la plasticidad del cerebro y del sistema nervioso en el capítulo IV, "Los Hábitos", de su obra Los Principios de la Psicología.
Aunque es el científico español Santiago Ramón y Cajal, premio Nobel en Fisiología y Medicina (1906), quién es nombrado a menudo "el padre de neurociencia moderna", por sus estudios sobre la anatomía microscópica, sus observaciones sobre la degeneración y regeneración, y por sus teorías sobre la función, el desarrollo y la plasticidad del sistema nervioso.
Otros muchos científicos han trabajado sobre este campo, pero cabe destacar a la Dra. Marian Diamond, profesora emérita de biología integradora en la Universidad de California en Berkeley, que fue la primera en demostrar que el cerebro cambia con la experiencia y mejora al enriquecerse con ella, y descubrió pruebas de esto al estudiar el cerebro de Albert Einstein. En sus amplios estudios, también destacó cinco factores cruciales para el desarrollo del cerebro a cualquier edad: la dieta, el ejercicio, los retos, la novedad y aunque parezca extraño en una científica, el amor.
Uno de los científicos actuales mas comprometidos con la investigación de los efectos saludables de las prácticas contemplativas, especialmente las de la compasión, para las personas a nivel mental y físico, es el Dr. Richard Davidson, que ha trabajado muy estrechamente con maestros y genuinos practicantes de meditación cómo Mingyur Rinpoche, y ha desarrollado, entre muchos otros, el proyecto Healthy Minds.
Por último destacar uno de los últimos proyectos dónde con el apoyo de científicos con visión de futuro y genuinos practicantes de meditación a tiempo completo, el Dr. Alan Wallace ha fundado el Centro para la Investigación Contemplativa con un objetivo de gran alcance: comprender la naturaleza de la conciencia, sus múltiples dimensiones, sus orígenes y lo que sucede en el proceso de la muerte.