
¿Porqué CEB?
Siempre podemos seguir evolucionando y creciendo como seres humanos.
Quizás alguna vez habrás oído, esta frase, “No puedes enseñar a un perro viejo, trucos nuevos”, o esta otra, “Soy así, nada ni nadie me podrá cambiar".
Estas obsoletas y antiguas formas de pensar, que inconscientemente aún nos condicionan en alguna medida, anulan nuestra capacidad creativa y nos impiden evolucionar. En alguna medida u otra, todos tenemos nuestras limitaciones y aspectos con los que podemos trabajar y mejorar.
En CEB, potenciamos y ampliamos el foco de nuestra capacidad atencional.
Se despliega así ante nosotros, un vasto océano de posibilidades dónde aprendemos a navegar en las corrientes siempre cambiantes del Universo.
Justamente es esta fuerza dinámica del cambio, que impregna a toda la naturaleza de la experiencia fenoménica, la que nos confiere a cada uno de nosotros la extraordinaria capacidad de evolucionar, aquí lo hacemos investigando en primera persona, las profundidades del excepcional equilibrio mental, y despertando una sincera preocupación hacia el bienestar genuino de uno mismo y los demás.